"Moviendo el bote rico y sabroso: el paradigma de un alma atribulada."

O lo que es lo mismo: Bailar decente: el reto del nuevo milenio.

Una de las preguntas mas frecuentes que me hacen en la vida es "¿Porqué si eres músico no sabes bailar?". Primero me aviento la respuesta mística enigmatica cubierta de misterio:"... porque soy un hombre de contrastes"(casi nunca funciona). O si nó la excusa eterna para cualquier defecto humano: "porque no soy perfecto y qué te importa..." Ya si quiero meterle mas candela al comentario, le añado al final: "pero se tocar la bateria y tu no", retórica bastante mamona y amén de inmadura, pero que en la secundaria me sacaba de apuros. Ahora bién, la respuesta mas acercada a la realidad seria la siguiente: simple y sencillamente no sé como mover el bote. No me sale. Le he calado por todos los medios posibles y nomas no. Remontémonos rapidamente a una remembranza relativa a la raíz de este relato que reitera la razón de mi rotundamente risoria y ridícula retórica y R con R Cigarro, ya que andamos en esto. (Wow! Cuántas ERRES! Si mi memoria y la Rana René no me fallan, la frase anterior es una figura literaria conocida como aliterácion... Gracias, Plaza Sesamo!)

Desde chiquito me ha fascinado la música. En primera instancia yo creo porque forma una manera basica de aprender cualquier cosa, pero mas allá de eso porque particularmente en mi familia la bohemia y la artisteada era prácticamente inevitable. Pudiera decir que el parteaguas en mi apreciacion musical no fué algún descubrimiento musical en sí, sino la curiosidad y franca envidia de experimentar el efecto de viaje tipo alucinógeno-mariguánico-peyotérico y aún asi sorprendentemente drug-free que le pegaba a mi jefe oyendo sus rolas. Es una de esas situaciones de "presta pa' andar igual, wey". La neta estaba muy chiquito como para poder adentrarme muy adentradamente pa'dentro de la miusic, pero si me dí a la tarea de buscar en mi poco entendimiento la música que me hiciera sentir asi. Gracias al Tata Chuy y sus apóstoles Juan, Paul, Jorge y Ringo que en mi casa, si sobraba música, era puro rock y del weno, porque a base de tener al Zeppelin, a los Beatles y anexas en cantidades industriales se me creó un gusto adquirido por pura maciza. Resumiendo, el rock, como otros tantos vicios, solo se acrecenta con el paso del tiempo... pero cabron eh?

Va pues que para estas fechas la roquiada es parte básica de quien soy. Es una parte escencial de un desayuno completo, y si a esas vamos, comida, cena y snacks. Disfruto mucho oir la música buscandole arreglitos, detalles a profundidad... algo así como desmenuzar lo que oigo... estoy aprendiendo a identificar en que escalas esta hecha la rola, el tipo de producción, las letras, las armonías etc. Suena aburrido, lo sé, es más suena hasta neurótico, pero les juro que es algo que hago por inercia, ya simple y sencillamente no lo pienso, si llama mi atención por x o y razón inmediatamente comienzo a hacer análisis a conciencia. Igual y no es nada del otro mundo, pero bueno, a lo que quiero llegar esque quizá deje de desarrollar la habilidad innata de dejarse llevar por la música y gozarla en un wen bailongo. Asi de papitas. Ayer estábamos Linda, mis hermanos, amigos y un servidor escuchando a un grupo en vivo que tocaba salsa y merengue. Todo mundo sacándole brillo a la pista, entrandole con fé al bailazo, y con su bailadora agarrada del brazo, y yo, sin poder despegar la mirada del grupo, secretamente esperando que le diera un infarto al de los timbales para que solicitaran a alguien del público que lo substituyera emergentemente, y ¡Oh! casualidad, yo sería el tipo indicado que salvaría la noche canalizando mágicamente el espíritu sempiterno del grán Tito Puente.

Está por demás decir que nunca pasa.

Mientras una parte considerable de mi cerebro se masturbaba con la idea de ser el nuevo mambo king, el resto de mi cabeza simple y sencillamente no puede procesar adecuadamente mi inminente realidad: estoy bailando como un pelele. No puedo dejarme llevar, no puedo oir por oir, asi nomas sentir la enjundia e imitar el contoneo de caderas de Shakira... no she peye.
No sé que me pasa... trato de agarrar ambiente y dejar de desmenuzar la música y nomas no puedo. Inmediatamente sucede algo que o me llama la atencion y me distrae del dancing, como por ejemplo la síncopa encabronada del wey que toca las congas, o bién escucho alguna rola medio pendejeta de esas que abundan nomas pa bailar, e inmediatamente mi orgullo musical la declara como una ofenza a la humanidad que se precie de pensar. Cosa que al mundo en general le tiene sin cuidado.

Todo mundo: "AZUUUUUUUCAR!!", Felo: ¡ A la madre que buen trompetista!", Todo mundo: "La vaca!MUUUU! la vaca! Muuuu! la misma vaca!" Felo: "No estoy aquí, estoy en mi lugar feliz, alejado de toda cancion sobre vacas, muuu, las mismas vacas", Todo mundo: "Mueve la pom, pom, pa!", Felo,"Gracias San Elvis que me hiciste desnalgado (y que? pero sé tocar la batería y tu no!)" etc. ect. ad nauseaum.

Aclaro, como todo ser humano, soy un work in progress hasta el dia que cuelgue los convers. De corazon les digo que no quiero hacerle la fiesta aguada a nadie, ni que es una excusa para no bailar jamás (se vale soñar), solo soy una pobre alma bendita y maldita al mismo tiempo con un engrane enfermizo por la musica, ademas de sencillo y carismático, todo un tipazo... pero ese no es el punto. Prometo trabajar en esto. Primero, por lo necesario de mi crecimiento integral como ser humano con derecho a sacudir chabochamente el aguayón, segundo, por darle al mundo un Travolta Mexica, que solo Quetzalcóatl sabe cuanto lo necesitamos, y tercero y mas importante de todo... por el miedo latente a que me castiguen sin nookie por mas de un mes. Ay no! Cruz!, cruz!, que se vaya el Diablo y venga Jesús!