Cerremos el año pues...

Lejos de ponerme a reflexionar ahorita en mi vida es cosa de hacer... creo que ya pense mucho.

De cualquier modo el 2008 me dejo un madral de lecciones, y entre ellas:

Aprendí que los estereotipos valen puro chorizo, ya que conocí a un puño de chilangos que son a todo dar, y son demasiados para ser simple coincidencia.

Aprendí que los bajacalifornianos somos como los chilangos de dichos chilangos.

Aprendí que a donde sea que vaya y sea cual sea mi circunstancia, yo no dejo de ser yo así me encuentre comiendo sopas de vaso y durmiendo en el piso.

Aprendí que por encima de todo, la música sigue siendo una de mis mas grandes satisfacciones.

Aprendí a apreciar un buen coro.

Aprendí que si por motivos imponderables no se cuenta con un buen coro, todo suena mas poderoso si metes a un chingo de weyes a la cabina y los grabas cantando en bola lo que más asemeje un susodicho coro.

Aprendí que el dato anterior nó siempre funciona, hay canciones que de plano no tienen remedio.

Aprendí que el Chopo es Disneylandia si eres músico.

Aprendí que un buen porcentaje de acapulqueños usan limon recien cortado como desodorante.

Aprendí que el Paseo de la Reforma en medio de un aguacero es un lugar muy divertido.

Aprendí a no menospreciar mis habilidades en el piano. No son lo máximo pero si me han sacado de apuros.

Aprendí a nunca ignorar las tonadas sonando en mi cabeza.

Aprendí que vale la pena el miedo de atravesar una ciudad desconocida a fín de encontrar la unica copia de La Estación de la Calle Perdida de China Mieville que quedaba en las sucursales de la Gandhi.

Aprendí que mi hermano es el mejor guía de turistas.

Aprendí que Quekas y Quesadillas no son lo mismo.

Aprendí que el café cubano es punto menos que chapopote, y eso es buenísimo.

Aprendí que todo puede cambiar de un día para otro.

Aprendí que puedo enfrentar cualquier cosa siempre que mis seres queridos estén conmigo.

Supe quienes son mis verdaderos amigos.

Extrañé a mares y me sentí extrañado a mares.

Comprobé que me gusta enseñar sobre las cosas que me gustan.

Tuve alumnos que son excelente material para ser amigos.

Supe lo que se siente repudiar a alguien lo suficiente como para querer partirle la madre, aunque nunca me he peleado con nadie en mi vida.

Renové mi gusto por el dibujo.

Comprobé que Chuck Palahnik no me deja abajo.

Me sentí feliz instantáneamente oyendo You! Me! Dancing! de Los Campesinos!.

Supe que una bufanda con el perfume de Linda es lo mejor del universo.

Agradecí a la vida que me deja tener a mi Nellyta que le dá batalla a su enfermedad mas macha que cualquier persona que conozco.

Supe que dejarse llenar de babas de mi perrito Chorizo es sorpresivamente recomfortante.

Disfruté subirme no a un escenario, sino a muchos más de los que me había subido en mi vida hasta este año. Y disfruté comprobar que me encanta hacerlo.

Supe que las disqueras se están acabando por una razón.

Supe que tocar punk también tiene su chiste, pero me sigue gustando la música un poco mas compleja.

Supe lo que es perderse en un laberinto de arbustos en pleno cerro del Ajusco a media noche.

Supe que debo tener mucho cuidado cuando escoja mi próximo sleeping bag. Nunca en realidad lo aprecias hasta que no duermes 3 meses en uno.

Supe que una crisis familiar solo puede sobrevivirse siendo una familia.

En fin... año nuevo, todo nuevo. Como dirían por ahí, HÉCHENMELO SIN CALZONES!