Juan Pollo y Los Metrosexual* Blues, o bién: The Stiletto Incident

A fuerza de ponderar debidamente los temas escritos en este post, comienzo con una atenta y respetuosa aclaración:

NO SOY GAY

Ahi está. No encontraría ofensivo en lo más mínimo que alguien pudiera llegar a confundirme, después de todo, hay muchas personas con dicha orientación sexual que mas allá de amaneramientos o cualquier otra cosa, demuestran bastante estilo y sofisticación que inclusive resulta, en primera instancia, atractivo para chicas que tienen el radar (o gaydar) medio descompuesto.

Es entonces motivo de este texto que hasta ahí terminen las similitudes.

[Para continuar, un leve preámbulo:]

Punto #1:En mi casa son contadas las cosas sobre las que no hablamos, leemos, discutimos e investigamos. Esto no debe confundirse con la gente irresponsable pachecona que a todo le atora y deja que sus chamacos aprendan a la malagueña que, por ejemplo, meter la mano en la licuadora puede culminar en frappé de chilpayate. Sino más bién va por el lado de que mis padres han tenido a bién hacer de lado los tabús propios de temas como el sexo, los vicios y ondas por el estilo. Luego entonces es muy raro en mis hermanos que tomen o fumen, y en mi caso ni siquiera me dió curiosidad probar. Basta con decir esto: yo me la pinteaba de clases a mis anchas y con permiso de mis jefes.

Hoy por hoy abundan en mi casa publicaciones de todo tipo (digo, dentro de lo 'relativamente' razonable): el periódico, novelas, ficcion, enciclopedias, que la Maxim, que la GQ, Vanidades, Cosmopolitan, Vogue, Quién, Conozca Más, Selecciones, National Geographic, etc, y yá con los años se han apilado por cuenta de mi papá y mía de mi mas novelas y libros y cuanta cosa.

Punto #2: Sumémosle a lo anterior el detalle de que muchos años de crianza en una casa con 6 mujeres (culecas de tener simultáneamente al primer hijo/sobrino/nieto en la forma de este charro negro), me han resultado en saber de marcas de rimmel, maquillaje en general, cremas, perfumes, vestidos y sus cortes y sus telas, todo tipo de formas y aplicaciones de lencería, remedios caseros para todos los males habidos y por haber, y dichos sabrosos para toda ocasión, etc, etc. (e.g.: El olor del jabón de tocador, talco y perfume Maja es un recuerdo que atesoro de mi abuelita, y hasta la fecha lo reconozco donde sea.)

Contrario a lo que mi viz de erudito hardcore superpoderoso ayayay pueda sugerir (¡ahí, madre!), no lo sé todo, pero sé un poco de todas las mujeres especiales en mi vida, y se ha permeado macizo en mi persona. No menosprecio bajo ninguna circunstancia la influencia de mi papá y mi hermano en esta ecuación, pero el volúmen de enjundia de memorias y vivencias y episodios de vato versus los de vata simple y sencillamente no se puede comparar.

Y por eso me pasan cosas como estas:


Escena 1.-

Reunión entre amigos, parados en semicírculo sobre una acera, y entre ellos, Maggie, una chica que me acababan de presentar y es modelo, pero particularmente del tipo pinup girl, con atuendo y estilo retro cincuentero. En la convivencia ella le asestó jugando una patada a mi amigo, encajándole una parte del tacón detras de la pantorrilla.

Todos.- [Risa]

Amigo 2.- "En la madre, casi le sacas sangre a [Amigo 1]"

Felipe.- "... y mañana en la primera plana de La Crónica: Muere Joven Empresario Por Impacto de Stiletto Nine West..."

Todos.- "..." [Miradas diversas de preocupación y ¿what?]

Felipe.- "Osea ...por el golpe?... porque está picudo su tacón del zapa...to...?"

Todos.- "..."

Maggie.- "No sé que es mas preocupante, que cuentes chistes tan malos o que sepas que los zapatos que traigo son stilettos de Nine West... eres gay o cómo?"

Fin de la escena.-


Escena 2.-

En 1997 toqué un sinnumero de veces en el Café Literario del Teatro del Estado. La confianza con ese escenario y lo asiduo de nuestro público (entre comillas, si a tus papás, novias y amigos incondicionales que entran sin pagar les pueden llamar público) nos dieron la soltura de , bueno, pues soltarnos en el escenario. Eso incluía ponernos a improvisar, hacer un poco mas de show rocker e intentar salir a escena con los ojos delineados.

Después del tokín acostumbrábamos quedarnos unos minutos en el backstage secándonos la sangre, sudor y lágrimas artisteriles wannabes...

Saulo.- "No mames pinchi Felo tocaste en chinga las rolas, era un pedote tener que seguirte sin cagarla..."

Dante.- "Por eso yo me pare en tal y cual rola, porque aparte el Saulo tenía la tercera desafinada..."

José.- "Cómo me caga que tarden tanto en afinar entre canción y canción, no mamen!"

Leo.- "A mí se me hizo que faltó alargar mas tiempo el mega solo megamaster que ensayé en mi casa..."

Felipe.- "Y yo les dije que usáramos delineador a prueba de agua para que no se nos corriera con el sudor, ¡chingado! si cuesta como 25 pesos en la Dax..."

Todos.- "..."

Fin de la escena. (Nota de la Redacción: Leonardo terminaría casado con la chica que nos maquillo esa vez, por primera y última vez en toda nuestra carrera (?).)


Escena 3.-

Hablando con unos compañeros de generación en la UABC pero de otra carrera (creo que Ing. Industrial) en algún punto de mis estudios ahí. Trepados en el 3er. piso esperando a que llegara una de las maestras perrillas que nos daba no se qué materia pero la odiaba todo el cuerpo estudiantil, la miramos de lejos desde el barandal de concreto a un lado de las escaleras.

Compañero 1.- "Ahí viene la pinchi vieja esta que me caga..."

Compañero 2.- "Y muy en ello se viste como para el baile no? Se pasa la ruca..."

Compañero 1.- "A huevo, debe estar cuajada en billetes..."

Felipe.- "Pos así que digas ¡uta! que billetuda no creo, ese traje no es Chanel original pura madre... ni la bolsa es Louis Vuitton, debe ser de tianguis..."

Todos.- "..."

Fín de la escena.


Escena 4.- [A modo de esclarecer tantas y tantas cosas]

Principios de los 70, un joven José Luis López Gómez, A.K.A. El Puchi, A.K.A. Mi Sacrosanto Jefe espera impaciente sobre la acera en las afueras de una oficina a que salga la que en aquél entonces era su novia. No recuerdo como se llama pero siempre cuenta que tenía unos ojotototes. Literales, no metafóricos. La chica sale al cabo de unos minutos a encontrar a su jaino (mi dad).

Ella.- "Hola mi vida ¿tienes mucho esperando?"

Mi Jefe.- (Afectando la voz y amanerándose) "Ay mujersh pues que piensas que voy a estar aqui plantada esperandote toda la tarde?"

Ella.- "..." (Se le queda mirando fijamente...empieza a cambiar el gesto)

Mi Jefe.- (Aún en 'personaje') "¿Pues que tanto me ves mana, soy o me parezco querida?"

Ella.- "..." (Rompe en llanto)

Mi Jefe.- (Deja de actuar, se saca de onda y se acerca a consolarla pensando que se siente mal por algo) "¿Qué te pasa?¿Qué tienes?

Ella.- (Desconsolada) "¡Es que te sale muy de verdad!"

Mi Jefe.- "..."

Fin de la escena.-


Moraleja:

Parafraseando las palabras inmortales de la Lic. Tusa®:

"Y que me perdone la de atrás si mi chongo le molesta..."

Que (según entiendo) es un modo glamoroso de decir... pues ni pedo, así soy

...y?




*Citando a Rubén Tamayo: "No eres metrosexual, eres metroflexible", y particularmente en este contexto, metrosexual se interpreta en el Diccionario de la Real Academia de La Témoc Sur como "Dícese de aquel que le falta un metro para puto, pero no es." Ahí se las dejo de tarea.